PEQUEÑO ESTUDIO DE LA GUADUA-BAMBÚ
ANTECEDENTES
Desde San Ángel en México hasta el sur de Argentina, exceptuando Chile y las Islas del caribe, la guadua crece en todos los países de América Latina y en buena parte de los países asiáticos. Su uso es tan antiguo que, según el libro ‘Nuevas técnicas de construcción en Bambú’ (1978), en Ecuador se han encontrado improntas de bambú en construcciones que se estima tienen 9.500 años de antigüedad.
Puentes colgantes y atirantados de impresionante precisión de ingeniería, poderosas embarcaciones así como flautas, quenas y marimbas, fueron realizados por los Incas con este recurso durante la época de preconquista, y después de ella durante la colonia, la especie fue la encargada de proteger indios y hasta pequeños pueblos del asedio de los españoles escondiéndolos tras sus espesuras.
Colombia, Ecuador y Panamá son los países en América que registran mayor tradición de uso, de hecho en estas zonas existieron las mayores extensiones de la especie en el continente.
En el año de 1806 fue descrita por HUMBOLDT y BONPLAND en Colombia como Bambusa guadua y en 1822 clasificada por KUNT como Guadua angustifolia. Se considera como una de las plantas nativas más representativas de nuestros bosques; desde épocas remotas por parte de los primitivos pobladores hasta nuestros días, se ha venido utilizando este recurso en la región centro-occidental de Colombia, convirtiéndose en un elemento importante para el desarrollo económico, social y cultural del país.
En Colombia la guadua ha sido sometida a grandes presiones deforestadoras; de extensas áreas existentes ha pasado a pequeñas manchas boscosas ubicadas en las orillas de los ríos y en los bosques húmedos de las laderas de montaña, especialmente en los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas, Tolima, Valle del Cauca, Cundinamarca y Santander.
De la palabra guadua, no se sabe a ciencia cierta su origen, aunque ciertos especialistas creen que podría ser venezolano. Estas versiones emergen de las variantes “Guadúas”, “Guaja” con las cuales se conoce esta planta en ese país.
Origen de la palabra "Bambú". Jorge A. Morán Ubidia. Noviembre 2002.
EL BAHAREQUE COLOMBIANO
En la región centro occidental de Colombia, desde mediados del siglo XIX, se desarrolló una técnica constructiva basada en el uso de la Guadua, que muy pronto se difundió en gran escala particularmente por sus características sismorresistentes. Surgió así el Bahareque, técnica que integra columnas y envigados de este material, con marcos de madera y trenzados o tramados también de Guadua, constituyendo una canasta estructural, que comprende paredes, suelo y techo, muy adaptables a la topografía del terreno y, sobre todo, a los movimientos sísmicos.
LA QUINCHA PERUANA
La Quincha (del quichua: cerca o cerramiento de palos o bejucos) constituye una de las técnicas tradicionales para la construcción existentes en el Perú. Se usan la madera y la caña en la estructura portante y la caña tejida con revoque de barro en los cerramientos.
Cabe distinguir la "quincha prehispánica" de la "quincha virreinal". La primera era tecnológicamente muy elemental y rústica y fue empleada para la construcción de viviendas campesinas.
La quincha virreinal se empleó en obras monumentales y en casas urbanas.
En la Lima virreinal, las primeras obras y hasta mediados del siglo XVII, fueron construcciones fuertes y macizas de ladrillo y piedra. Su fortaleza era más aparente que real ante la sismicidad de la región en que se asentó la ciudad.
Los característicos temblores de Lima obligaban a permanentes reparaciones o reconstrucciones. A partir de 1666 se comenzó a utilizar la quincha en las grandes construcciones, la que a partir del terremoto de 1746 fue adoptada masivamente, pues además de satisfacer las necesidades de su resistencia sísmica, resultaba más económica, rápida y versátil. La evolución del empleo de la quincha obedeció a un equilibrio entre diversos factores: el sísmico, el climático, el económico y el representativo.
APROVECHAMIENTO
El aprovechamiento es una práctica silvicultural de mantenimiento y mejoramiento del guadual. Puede definirse como una práctica silvicultural que procura crear condiciones favorables en el guadual, lo que implica el mejoramiento de la regeneración natural y de la composición estructural, que aseguran el máximo rendimiento sostenible.
El aprovechamiento no solo pretende obtener los máximos ingresos posibles del recurso.
En los bosques de guadua, el proceso de sucesión, se puede considerar como progresivo cuando su manejo muestra el guadual en equilibrio biológico, contrario cuando se produce alguna alteración o deterioro en su estructura, producto de una intervención natural o artificial caso en el cual se considera que el guadual comienza a presentar una sucesión regresiva, lo cual puede ocasionar su completa desaparición.
Para evitar lo anterior es necesario conocer y diferenciar todos y cada uno de los elementos que conforman el guadual. Su conocimiento permite aprovechamientos técnicos, además de conocer su dinámica dentro del proceso de productividad del guadual.
Entre las causas que ocasionan la llamada sucesión regresiva del guadual está el no manejo, ya que si los guaduales no se aprovechan tienden a degradarse por exceso de individuos en determinado momento y/o por disminución de la actividad biológica o dinámica del guadual.
Por lo expuesto anteriormente los guaduales deben intervenirse periódicamente para regular el espacio vital de sus individuos y para favorecer una mayor aparición de rebrotes o renuevos. En Colombia, se han realizado investigaciones sobre aprovechamientos técnicos debido a que la gran mayoría de bosques se encuentran muy densos por falta de manejo, o muy intervenidos por una explotación antitécnica.
Es necesario determinar para cada sitio, el ciclo de corte o periodo de corte a transcurrir entre un aprovechamiento y otro, y la intensidad de corte, o sea la cantidad y clase de individuos a extraer en cada ocasión, siendo esto lo que constituye propiamente el Plan de manejo técnico de un guadual.
Con el aprovechamiento técnico se busca obtener un equilibrio en el bosque, en el ambiente y que a través de él, se obtengan ingresos según el manejo sostenible del recurso.
Los planes de manejo se basan casi exclusivamente en el número de guaduas adultas o “hechas” que reporte el inventario de existencia, es decir, la importancia del rodal se limita al número de guaduas aprovechables.
Los aprovechamientos comerciales se basan principalmente en el sistema de entresaca determinando la cantidad de tallos en porcentajes de acuerdo al estado de cada guadual y la edad de corte, planteándose como la ideal, cuando la guadua cambia de color, pues se pasa de verde a amarillo, siendo invadida por líquenes que le dan la tonalidad ceniza, blancuzca o “rucia”, produciéndose esta coloración aproximadamente a los 5 o 6 años de edad del tallo.
Para conocer el aprovechamiento, es necesario conocer una serie de conceptos técnicos que ayudaran a hacer aprovechamientos más racionales.